Las preguntas más frecuentes
No todas las terapias son iguales, ni todos los profesionales encajan contigo. Cada proceso es único y requiere tiempo para que notes cambios reales. Aquí no hay fórmulas mágicas, pero sí un compromiso real de acompañarte con todos los años de experiencia que me respaldan, ayudándote a encontrar lo que funciona para ti. Avanzamos paso a paso, respetando tu ritmo y tus necesidades reales. El proceso se adapta a ti, y eso marca la diferencia.
Solo hablaremos de lo que tú decidas. No hay presión ni obligación de tocar temas que no estés preparada o preparado para abordar. Vamos a tu ritmo, con respeto y cuidado.
Hablamos, sí, pero también exploramos cómo te sientes en el cuerpo, revisamos creencias, trabajamos con ejercicios prácticos y a veces propondré pequeñas tareas entre sesiones. No es solo teoría: el objetivo es que puedas ir notando cambios en tu vida cotidiana.
No, la terapia no es para siempre. Es un proceso con un comienzo, un recorrido y un cierre. No vas a estar eternamente en consulta. La idea es que, poco a poco, te sientas con más claridad, más recursos y más confianza para seguir por tu cuenta cuando estés preparada o preparado.
Te entiendo. Muchas personas llegan a consulta con esa sensación de decepción o cansancio. Es normal tener dudas si has pasado por procesos que no te ayudaron.
Trabajo desde un enfoque que atiende la diversidad y pone el foco en la sexualidad. También formo parte del colectivo LGBTIAQ+, y sé lo difícil que puede ser hablar de ciertas cosas cuando sientes que tienes que explicarte, justificarte o educar a quien te atiende.
Aquí no vas a tener que encajar en ningún molde. Vamos a trabajar con lo que te pasa a ti, tal y como lo vives, desde una mirada atravesada por la diversidad y con experiencia en las realidades del colectivo.